«Aerolíneas: ¿Cómo enfrentan los gigantes aéreos a la crisis?»

Aviones estacionados uno al lado del otro. Aeropuertos paralizados, transformados en hoteles de paso. Flotas de aerolíneas low cost y gigantes de la aeronavegación sin fecha estimada de retorno a operaciones. Fronteras cerradas hasta tiempo indeterminado. Este es el contexto mundial que generó el Coronavirus en la industria aeronáutica que lógicamente no podía ser una excepción al sector del turismo mundial que se vio principalmente afectado por la pandemia.

Las aerolíneas de bandera y de bajo costo empiezan a adaptarse a los nuevos tiempos con pedidos extremos de auxilio financiero a gobiernos y bancos privados para solventar los modelos de negocio hacia un futuro cercano. La buena noticia que trajo consigo Asia al contener la propagación del virus generó esperanza en que Europa pueda repetir la proeza para devolver cuanto antes la actividad a la normalidad general y en el ámbito turístico que deberá apostar más que nunca a fuertes descuentos, paquetes especiales y el siempre esperado Travel Sale como estrategias de reavivar al sector.

Australia y Nueva Zelanda socorren a sus aerolíneas de bandera

Las aerolíneas de bandera son cada vez más importantes para las naciones. El caso de las repatriaciones de argentinos varados alrededor del mundo es un claro ejemplo de la importancia que tienen estas empresas que pese a ser deficitarias en algunos casos, toman otra trascendencia en tiempos de urgencias y donde nadie más se plantea volar dadas las escasas garantías y los aeropuertos cerrados. Así es como Nueva Zelanda y Australia ofrecieron paquetes económicos para asegurar el porvenir de Air New Zealand y Air Australia. Desde el gobierno de Auckland ayudarán con 500 millones de euros, según confirmó el ministro de economía neozelandés, Gran Robertson. Por su parte, Australia aportará una cifra cercana a los 390 millones de euros a 24 meses para paliar las deudas contraídas por Air Australia.

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Perú, sin definiciones

En las últimas horas, la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional pidió de manera formal ayuda al gobierno peruano. Perú y Cuzo, principalmente, vieron detenidas sus operaciones hacia Lima a cero. Este freno repentino amenaza con destruir por completo a las aerolíneas peruanas que no tienen capacidad para sobreponerse a la crisis. Algunas medidas propuestas son la de postergación de pagos hasta el retorno a la operatividad normal y el visto bueno de autoridades del gobierno para renegociar condiciones laborales y atenuar las cargas sociales. Además, se planea suspender el pago mensual que realiza el aeropuerto de Lima al estado.

Argentina: entre repatriaciones y el stand by

El caso de Aerolíneas Argentinas es un ejemplo alrededor del mundo. La Aerolínea de bandera mantuvo su operación (reducida) para ejecutar vuelos de repatriación con argentinos que habían quedado varados en todo el mundo. Se estima que volvieron al país más de 11.000 ciudadanos antes de que se decrete el stand by a las repatriaciones por temor a aumentar la cantidad de casos importados y no poder contener la curva del COVID-19. Respecto a las promociones aéreas y los tickets ya adquiridos, AA blanca flexibilizó sus políticas de cambio y reprogramación de vuelos evitando las multas. Se espera una buena recepción por parte de los turistas que ante la eliminación de la penalidad se inclinarán por postergar la fecha de viaje y no cancelarlo de manera definitiva.

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México, en problemas

El cierre de aeropuertos internacionales y la cancelación de rutas extranjeras empujó hacia el abismo a empresas como VivaAerobus, Volaris, Interjet y Aeroméxico. El caso de Interjet es el más extremo, ya que hacia fines del 2019 la empresa con sede en CDMX debía alrededor de 549 millones de pesos mexicanos. El de VivaAerobus es diferente, ya que al ser una empresa con vuelos domésticos dentro de México no ve tan impactada su operación cotidiana y tiene el respaldo del Grupo IAMSA, dueño de los autobuses de México. Por último, Volaris y Aeroméxico ya habían tomado medidas para amortiguar el impacto de la pandemia con la reducción de vuelos hacia Europa y planes de contingencia para abonar sueldos y gastos de operación.