No al protocolo de Bullrich

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Desde el Partido Social Patagónico manifestamos nuestro más enérgico rechazo al protocolo que propone liberalizar el uso de armas de fuego en procedimientos de las fuerzas de seguridad.

Hace unas semanas atrás la Ministra de Seguridad de la Nación manifestaba sin tapujos que “quien quiera estar armado que esté armado” como antesala a la medida que rige en Argentina desde el 4 de diciembre para las fuerzas de seguridad federales, es decir el uso de armas de fuego cuando, entre otras causales “el peligro sea inminente” para los y las agentes.

Desde la legitimación del accionar de un policía que mató por la espalda a un joven, recibido por el propio presidente, vivimos en una Argentina donde se está consolidando la regla del ejercicio de la violencia institucional que se lleva la vida de decenas de personas, muchos de ellos jóvenes.

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Esta receta, propia de la derecha que propone la muerte frente al delito o su suposición, no nos sorprende. Sí nos alarma, sí nos llama a denunciar y a manifestar nuestro más enérgico repudio. Esta no puede ser la respuesta a un contexto donde las desigualdades se incrementan cada vez más y donde las políticas sociales siguen
conteniendo socialmente aún hoy a cientos de miles de familias argentinas.

La criminalización de la protesta social, que últimamente ha dado muestras vergonzosas de cazas humanas en manos de uniformadxs, va de la mano de esta política de recrudecimiento de los abusos estatales. Ya se han manifestado organismos internacionales y las provincias van anunciado que no aplicarán este protocolo. Llamamos entonces a que haga lo mismo el gobierno de tierra del fuego y descarte la posibilidad de implementarlo en nuestra provincia.

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¿La seguridad se puede garantizar sin muerte? Creemos que sí. Con la profesionalización de las fuerzas de seguridad y fundamentalmente en restricto respeto de los derechos humanos y sus protocolos. Creemos que libertar del uso de armas de fuego solo promueve mayor violencia en las calles. Rechazamos plenamente su implementación y exigimos la inmediata derogación de este nefasto decreto.