Claves para reforzar el sistema inmune en tiempo de Covid-19

En un contexto donde la pandemia del COVID-19 sigue más presente que nunca, con el
peligro de un crecimiento exponencial de la tasa de afectados y el agravante inevitable de la llegada del invierno, resulta indispensable redoblar los esfuerzos de cuidado social y
personal. Lo primero que reacciona frente al virus es nuestra respuesta inmune innata, por
lo que debemos contar con un sistema preparado para hacerle frente. Más que nunca,
adoptar rutinas de ejercicios, dormir al menos 7 hs diarias y, especialmente, una dieta
adecuada, suficiente y completa son clave para fortalecer el sistema inmunológico frente a
estas amenazas.

El coronavirus no puede reproducirse a menos que ingrese dentro de nuestras células y las
use para replicarse, con la capacidad de engañar al sistema inmunitario para no ser detectado. Al tratarse principalmente de un virus respiratorio, la infección puede comenzar
por la garganta y continuar por los conductos bronquiales hasta alcanzar los pulmones. Una
forma en que el COVID-19 logra esto, es inhibiendo la producción de interferón, una
proteína generada por las células de la inmunidad innata cuando nuestro organismo entra
en contacto con un virus, para impedir que se introduzca dentro de la célula.

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En esta coyuntura, el omega-3, junto a las vitaminas C, la vitamina D y el zinc tienen una
función clave gracias al rol que juegan en las principales funciones del sistema inmune que
actúan ante un eventual contagio. A su vez, es importante saber que los riesgos del
coronavirus se incrementan por condiciones preexistentes, como patología cardiovascular y
cerebrovascular, hipertensión arterial, obesidad o diabetes. Estas condiciones aumentan las
posibilidades de enfermedad y de sufrir una evolución más crítica del cuadro, con
necesidad de cuidados intensivos.

Para atender esta problemática, entidades como la OMS  y UNICEF recomiendan:

● Consumir una variedad de alimentos naturales, priorizando frutas frescas y verduras,
así como cereales integrales ricos en fibra como mijo, salvado de avena, salvado de
trigo y arroz integral o yamaní, que contribuyen a la buena salud del sistema
digestivo y brinda una mayor sensación de saciedad para evitar comer en exceso.

● Moderar el consumo de grasas, prefiriendo el aceite de oliva, soja, girasol o maíz a
la hora de cocinar e incluir los frutos secos, la palta y aceitunas para optimizar el
ingreso de omega 9.

● Incorporar al menos 2 veces por semana el pescado o mariscos ricos en Omega 3 y
limitar el consumo de carnes procesadas.

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● Limitar el consumo excesivo de azúcar, ya sea en dulces, galletitas o bebidas como
gaseosas y jugos saborizados, optando por frutas naturales no procesadas.

● Moderar el consumo de sodio, dado que el consumo promedio en nuestro país
duplica la cantidad recomendada de 3 gramos de sodio al día.

● Realizar actividad física regularmente para mejorar la calidad de vida al reducir el
riesgo de enfermedades cardiometabólicas y a la vez mejorar la fuerza muscular,
flexibilidad y equilibrio Pequeños cambios en nuestro estilo de vida pueden generar grandes beneficios en nuestra salud.

Gracias a sus propiedades antivirales, antiinflamatorias y antitrombóticas, la inclusión de
ácidos grasos omega-3 en las dietas juega un rol fundamental para potenciar la función
inmune y combatir los procesos inflamatorios, y reducir el riesgo de enfermedad
cardiovascular y accidentes cerebrovasculares. Es importante tener presente que estos
nutrientes no pueden ser producidos por el organismo humano y sólo podemos incorporarlo
a través del consumo de ciertos alimentos, como el pescado. Por eso es necesario
adquirirlo a través de una dieta rica en alimentos como el atún, caballa, salmón, arenque o
sardina.

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En ese sentido, resulta preocupante que Argentina sea una de los países con menos
consumo de pescado, donde apenas se alcanzan los 5 kg por persona anualmente,
mientras que el promedio mundial supera los 20 kg, cuatro veces más, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Sin embargo, una dieta rica en omega-3 también puede ser complementada con suplementos dietarios de venta libre como Regulip 1000, suplemento a base de aceite de pescado que,a la vez ayuda a regular el nivel de triglicéridos y mejorar el perfil de lípidos en sangre.

En un contexto sanitario tan grave como imprevisible, la prevención y el cuidado de la salud es prioritario. Si bien sólo con la alimentación no se puede evitar o curar un caso de
coronavirus, el consumo inteligente de micronutrientes como vitaminas, minerales y ácidos
grasos esenciales en nuestra dieta diaria permiten fortalecer nuestro sistema inmune frente
a las amenazas externas. Hoy más que nunca, debemos velar por una dieta saludable que
nos fortalezca y nutra, incorporando hábitos que permitan mejorar nuestra calidad de vida a lo largo del tiempo.

Paola Harwicz
MN 84182