Momentos de pánico vivieron los pasajeros del vuelo AR1879 de Aerolíneas Argentinas, que cubría la ruta Ushuaia–Buenos Aires, cuando la aeronave enfrentó violentas turbulencias durante su aproximación al Aeroparque Jorge Newbery la noche del 30 de marzo. Debido a las adversas condiciones meteorológicas, el avión tuvo que abortar su aterrizaje y fue desviado a Montevideo, Uruguay.
El vuelo, que debía aterrizar a las 20:50 en Buenos Aires, se encontró con una tormenta intensa, ráfagas de viento de hasta 70 km/h y baja visibilidad, lo que obligó a la tripulación a ejecutar una maniobra de escape. Los pasajeros describieron la experiencia como «espantosa» y «traumática», con gritos y crisis de pánico a bordo.
“Pensamos que nos estrellábamos”, relató un pasajero a medios locales. «El avión se sacudía violentamente y la sensación de caída fue aterradora», agregó. Otra pasajera destacó que la tensión era palpable en la cabina, mientras algunos viajeros se aferraban a sus asientos y rezaban.
Aerolíneas Argentinas aclaró que el desvío se realizó siguiendo los protocolos de seguridad, y que en ningún momento la integridad de los pasajeros estuvo en riesgo. Finalmente, el avión pudo completar su trayecto a Buenos Aires una vez que mejoraron las condiciones climáticas.