El próximo 15 de agosto, la estepa fueguina volverá a ser testigo de una competencia que trasciende lo deportivo: el Gran Premio de la Hermandad celebrará su edición número 50, consolidándose como una de las carreras más emblemáticas del sur del continente.
Con salida desde Porvenir (Chile) y llegada a Río Grande (Argentina), el rally binacional representa mucho más que velocidad. Es una manifestación viva de la unión entre dos pueblos hermanos, forjada sobre caminos de ripio, esfuerzo compartido y una historia que resiste al paso del tiempo.
Desde sus inicios en 1974, la competencia ha sorteado desafíos geopolíticos, inclemencias del clima e incluso pandemias, sin perder nunca su esencia: ser un puente de integración a través del deporte motor. Este año, más de 190 binomios se inscribieron para participar, alcanzando un récord de participación y ratificando el fervor popular que despierta la carrera.
El evento cuenta con el respaldo de los gobiernos de Tierra del Fuego y Magallanes, así como del Automóvil Club Río Grande y la Agrupación Deportiva Local Fueguina de Automovilismo (ADELFA), encargados de la organización. Además, se desplegarán amplios operativos de seguridad, salud y logística para acompañar a pilotos, navegantes y al público.
La programación contempla una rampa simbólica el jueves 14 de agosto, las clasificaciones el viernes 15, y dos etapas intensas durante el fin de semana. La llegada a Río Grande promete ser una fiesta cargada de emoción, historia y reconocimiento a quienes han sido parte de estas cinco décadas de Hermandad.
Una vez más, motores en marcha, corazones acelerados y una ruta que no entiende de fronteras, sino de fraternidad.