Consejos para almacenar leche materna

Guardarla puede resultar confuso y nunca se sabe si lo hacemos correctamente. Estos tips pueden ayudar a elegir envases, congelar y descongelar el líquido y más.


Si estás amamantando y tenés que volver al trabajo o buscas tener más flexibilidad, posiblemente consideres usar un extractor de leche. Sin embargo, una vez que comiences a utilizarlo es importante saber cómo almacenar la leche de manera segura. Los siguientes consejos te informarán sobre los sí y los no para guardar este alimento.

¿En qué tipo de envase debería almacenar?

Antes de extraer o de manipular la leche materna, lavate las manos con agua y jabón. Luego, guardá la leche en un envase limpio y con tapa, que sea de vidrio o de plástico duro sin bisfenol A.

Podés también utilizar las bolsas plásticas especialmente diseñadas para recoger y guardar la leche materna. No obstante, tené presente que podrían romperse, pincharse y contaminarse con más facilidad que los envases rígidos. Para protegerlas más, colocalas dentro de un recipiente de plástico duro y con tapa sellada herméticamente.

Por último, no almacenes el producto en las bolsitas desechables para mamaderas ni en bolsas plásticas de uso doméstico general.

¿Cómo se guarda mejor la leche materna extraída?

Usa etiquetas y tinta resistentes al agua para rotular cada envase con la fecha de extracción. Si guardas la leche materna extraída en el centro donde están atendiendo a tu bebé, incluí el nombre del niño en la etiqueta. Colocá los envases en la parte trasera del refrigerador o del congelador, donde la temperatura es más baja. Si no tienes acceso a una heladera o un freezer, guardá la leche temporalmente en una hielera aislada.

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Llená los envases individuales con la leche que tu bebé necesitará para una comida. Podés comenzar con 59 ml a 118 ml y luego ajustarlo según sea necesario. Considerá también almacenar porciones más pequeñas, de 30 ml a 59 ml para situaciones inesperadas o retrasos en la alimentación regular. Recordá que la leche materna se expande cuando se congela y que, por eso, no debés llenar los envases hasta el borde.

¿Puedo agregar leche materna recién extraída a la leche que ya estaba almacenada?

Podés agregar leche materna recién extraída a la leche refrigerada o congelada que te hayas extraído con anterioridad en el mismo día. Sin embargo, enfriá bien la leche recién extraída en la heladera o en una bolsa hielera a la que añadís, antes de agregarla al líquido ya enfriado o congelado. No agregues leche materna tibia a la leche congelada porque puede provocar que esta se descongele parcialmente.

¿Durante cuánto tiempo se puede guardar la leche materna extraída?

Dependerá del método de almacenamiento. A continuación damos pautas generales para bebés sanos:

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Temperatura ambiente. La leche materna recién extraída se puede mantener a temperatura ambiente hasta seis horas. Sin embargo, lo mejor es usarla o almacenarla adecuadamente dentro de las primeras cuatro horas. Si la habitación es particularmente cálida, el límite también baja a cuatro horas.

Hielera aislada. La leche materna recién extraída se puede almacenar en una hielera aislada y junto con bolsas de hielo hasta por un día.

Heladera. La leche materna recién extraída se puede almacenar en la parte posterior de una heladera limpia durante cinco días. Sin embargo, lo mejor es usarla o meterla en el freezer dentro de los tres primeros días.

Freezer horizontal. La leche materna recién extraída se puede almacenar en la parte posterior de un freezer horizontal hasta por 12 meses. Sin embargo, lo mejor es usar la leche congelada dentro de los primeros seis meses.

Tené en cuenta que los estudios dicen que mientras más tiempo almacenes la leche materna (ya sea en la heladera o en el freezer), mayor será la pérdida de vitamina C. Es también importante tener en cuenta que la leche materna extraída cuando el bebé recién nace no satisfará por completo sus necesidades cuando tenga unos meses más. Por otro lado, las pautas para el almacenamiento de la leche pueden ser distintas para bebés prematuros, enfermos o que requieren internamiento en el hospital.

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¿Cómo se descongela la leche materna?

Descongelá primero la leche almacenada por más tiempo. Colocá el envase congelado en el refrigerador la víspera del día en que planees usarla. Podés también entibiar la leche colocándola debajo del chorro de agua caliente o en un bol con agua caliente.

No calentés un envase con leche congelada en el microondas ni muy rápido en la cocina porque parte de la leche puede calentarse demasiado y otra parte quedar fría. Algunos estudios dicen que calentar rápido la leche puede alterar los anticuerpos que contiene.

Aunque hay que continuar investigando si es seguro volver a congelar y usar la leche que ya se descongeló una vez, muchos expertos recomiendan descartar la leche descongelada que no se consume dentro del transcurso de 24 horas.

¿Tiene la leche materna descongelada un olor o un aspecto diferentes a la leche materna fresca?

El color de la leche materna puede variar, según lo que comas. Además, la leche materna descongelada puede tener un olor o una consistencia diferentes a la de la leche fresca, pero no hay peligro en dársela al bebé. Si tu bebé no quiere tomar la leche descongelada, valdría la pena ver si acortar el tiempo de almacenamiento hace que la acepte mejor.