Tu viaje hacia el destino de tus sueños es inminente. Ya tienes preparado hasta el más mínimo detalle sobre tu itinerario, costos, lugares y las mejores rutas para no perder tiempo valioso. La valija ya está armada y parece que tienes todos los ángulos cubiertos. Sin embargo, omitiste un detalle clave: las 12 horas que te esperan por delante se harán cuesta arriba si no tomas recaudos. Estos son algunos consejos para vuelos largos que te ayudarán a calmar la ansiedad.
Paciencia: una virtud que no todos tenemos
Estar 8 horas sentados en el asiento es imposible hasta para el más paciente del mundo. Sin embargo, hay otras cosas que puedes hacer para no perder la calma durante el viaje. No pienses en lo que harás cuándo llegues. Tampoco estés tan pendiente de por dónde vas, ya que eso te recordará lo mucho que te falta. Si no te resistes, mirar que te falta menos será positivo. Mira el vaso medio lleno y relájate, estás de vacaciones.
Check In: que comience el juego
La mayoría de las aerolíneas del mundo te permite elegir el asiento que deseas, siempre y cuando no esté seleccionado. Realiza el check-in con la mayor antelación posible a fin de evitar los lugares más incómodos. Recuerda que viajar en el medio puede resultar un verdadero infierno: estarás confinado a lo que hagan los demás. Si prefieres estirar las piernas, los asientos del pasillo y las salidas de emergencia son las mejores opciones. Mientras que, si deseas calma, aléjate del sector del personal aéreo ya que están en continua actividad para asistir a los pasajeros.
Ropa cómoda
Estrenar un nuevo pantalón, o las zapatillas que te regalaron hace unos días puede no ser la mejor idea. Debes estar tan cómodo como te sea posible, por lo que asegúrate de llevar las prendas que mejor te sientan. El abrigo no te puede faltar, ya que por momentos hace frío dentro del avión. Recuerda, ropa cómoda y holgada.
Accesorios útiles
Antifaz para contrarrestar la luz dentro del vuelo o los tapones para aislarte de los sonidos ajenos serán fundamentales a la hora de lograr conciliar el sueño. La almohada para el avión y una manta para el frío son otros accesorios útiles para los vuelos largos. No olvides llevar el cepillo de dientes para refrescarte y cuidar tu higiene bucal luego de las comidas a bordo.
