La implementación de la Resolución 460/2025 desató una fuerte reacción en la provincia más austral del país. Productores y legisladores advierten que la flexibilización de la barrera sanitaria amenaza la sanidad animal, la economía local y años de trabajo para mantener un estatus libre de fiebre aftosa sin vacunación.
Tierra del Fuego atraviesa un momento de máxima preocupación en el sector agropecuario tras la entrada en vigencia de la Resolución 460/2025 del SENASA, que habilita el ingreso de carne con hueso desde zonas del norte argentino donde aún se vacuna contra la fiebre aftosa. La medida, que modificó el estatus sanitario histórico de la región, encendió las alarmas en productores, autoridades locales y especialistas en sanidad animal.
La provincia formaba parte de una zona reconocida internacionalmente como libre de fiebre aftosa sin vacunación, un logro que llevó años de esfuerzo, controles estrictos y una planificación sanitaria sostenida en el tiempo. Sin embargo, la resolución nacional rompió ese blindaje al permitir el paso de productos cárnicos con hueso desde áreas donde la enfermedad sigue siendo una amenaza.
Desde el sector productivo fueguino denuncian que esta flexibilización fue impuesta sin el consenso de las provincias involucradas y representa un retroceso enorme para la ganadería local. “Es una medida que nos expone innecesariamente y que tira por la borda décadas de trabajo sanitario. No solo pone en riesgo a nuestros animales, también afecta nuestra posibilidad de competir en mercados externos que exigen protocolos rigurosos”, señalaron referentes rurales.
Además del impacto sanitario, la medida genera consecuencias económicas inmediatas: caída del valor diferencial de la carne fueguina, pérdida de confianza en los mercados de exportación y aumento de los costos operativos para garantizar controles que antes no eran necesarios.
Desde el Bloque Rural Patagónico reclamaron la derogación inmediata de la Resolución 460/2025 y advirtieron que se trata de una decisión que afecta especialmente a Tierra del Fuego, donde las condiciones insulares y climáticas hacen aún más vulnerable al rodeo local ante enfermedades contagiosas como la aftosa.
La gobernación fueguina evalúa acciones institucionales para revertir la medida y recuperar el estatus perdido. Mientras tanto, crece la incertidumbre entre los productores, que sienten que el esfuerzo realizado por mantener una Patagonia libre de aftosa sin vacunación ha sido ignorado por el Gobierno nacional.






























