El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, expresó una seria advertencia sobre el deterioro del sistema de salud pública provincial, en el marco de una profunda crisis marcada por la reducción de fondos nacionales y la creciente demanda de atención médica.
Durante un encuentro con directores de hospitales, jefes de servicio y representantes del sindicato SIPROSA, el mandatario fueguino manifestó su preocupación por el impacto directo que estos recortes están teniendo sobre médicos, enfermeros, docentes y otros trabajadores del Estado. “Estamos ante una situación límite que afecta tanto a los profesionales como a los pacientes”, subrayó.
Melella reveló que más de 12.000 personas han quedado fuera del sistema formal de salud, obligando al Gobierno provincial a afrontar gastos crecientes en tratamientos complejos, medicamentos y prestaciones que, hasta hace poco, estaban parcialmente cubiertas por el Estado nacional.
Ante este panorama, pidió a los legisladores nacionales por Tierra del Fuego que asuman un rol activo y gestionen con urgencia los recursos necesarios ante el Gobierno central. También criticó la falta de compromiso por parte de algunos sectores que, según dijo, “eligen el silencio cuando más se necesita acción”.
La falta de profesionales especializados, sobre todo en áreas sensibles como salud mental, agrava aún más el problema. A esto se suma un contexto de protestas, reclamos gremiales y denuncias por presunta mala praxis que dan cuenta de una crisis estructural en el sistema sanitario fueguino.
Pese a las medidas adoptadas por la administración provincial, como mejoras salariales e inversiones en infraestructura, el gobernador reconoció que los desafíos se intensifican ante una creciente demanda y una notable caída en los recursos disponibles.