En una conferencia de prensa realizada el 21 de mayo, la Confederación General del Trabajo (CGT) de Río Grande expresó su profunda preocupación por las políticas del Gobierno Nacional, las cuales, según su vocero Guillermo Vargas, buscan desmantelar la industria fueguina y atentan contra la soberanía territorial de la provincia.
Acompañado por representantes de diversas organizaciones gremiales, sociales y políticas, Vargas enfatizó que la defensa de la industria local es una causa común de todos los habitantes de Tierra del Fuego. «La producción en nuestra provincia no solo impulsa el desarrollo económico regional, sino que también genera empleo y permite a nuestras familias construir un futuro en su tierra natal», afirmó.
El dirigente sindical denunció que medidas como la eliminación de aranceles de importación forman parte de una estrategia que busca reducir la población local para facilitar el control extranjero sobre el territorio. «¿Por qué el Comando Sur de Estados Unidos visita constantemente Ushuaia? ¿Por qué quieren instalar una base militar? ¿Por qué el radar inglés en Tolhuin está operativo? ¿Por qué enviaron más de 250 efectivos de Gendarmería para reforzar la fuerza antipiquete en Tierra del Fuego?», cuestionó Vargas.
Además, acusó al Gobierno y a ciertos medios de comunicación de fomentar divisiones entre los trabajadores del continente y los de la isla, promoviendo la idea de que la baja de precios solo es posible con el cierre de fábricas locales. «Esa es la receta ideal de la derecha: pobres contra pobres», advirtió.
Vargas hizo un llamado a todos los sectores —metalúrgicos, textiles, plásticos, comercio, gastronómicos, seguridad, entre otros— a continuar con el plan de lucha y exigió a las autoridades provinciales y legisladores nacionales que representen los intereses del pueblo fueguino en Buenos Aires. «No vienen solo por los puestos de trabajo, vienen a destruir nuestros hogares y el futuro de nuestros hijos», concluyó.
La CGT Río Grande reafirma su compromiso con la defensa de la industria y la soberanía de Tierra del Fuego, y anticipa que el paro general es solo una parte de un plan de lucha más amplio que continuará hasta obtener respuestas concretas.