En un acto realizado en el Centro Cultural Yaganes, autoridades provinciales y expertos del ámbito científico presentaron las conclusiones de un innovador estudio de factibilidad sobre almacenamiento subterráneo de dióxido de carbono (CO2), un proyecto inédito a nivel mundial que busca contribuir a los objetivos globales de descarbonización desde una mirada territorial.
La jornada fue encabezada por la secretaria de Hidrocarburos de la provincia, Julieta Balderramas, junto a los especialistas que participaron en la elaboración del estudio. La iniciativa fue impulsada por el Gobierno de Tierra del Fuego, con asistencia técnica del Consejo Federal de Inversiones (CFI) y la Fundación ArgenINTA.
“Es un estudio que hemos encarado desde la provincia, con el objetivo de evaluar el potencial de algunos reservorios y trampas geológicas del subsuelo para el almacenamiento de CO2”, explicó Balderramas. Y destacó que el trabajo se enmarca en una estrategia más amplia vinculada a proyectos sustentables y acciones concretas de mitigación del cambio climático.
Uno de los especialistas a cargo del proyecto, el geólogo Oscar Olima, detalló que se trata de “un desafío inédito en el mundo”, ya que si bien existen estudios sobre almacenamiento de CO2, todos abordan la temática a nivel de cuenca, mientras que este “es el primer proyecto que estudia reservorios individuales como posibles receptores de dióxido de carbono”.
Olima, convocado como experto de la industria hidrocarburífera, explicó que para este trabajo se conformó un equipo multidisciplinario que abarca desde la geofísica del subsuelo hasta la ingeniería de producción y operación de pozos. “La idea fue cubrir todos los aspectos técnicos necesarios para que el proyecto sea viable”, subrayó.
Del evento participaron también el secretario de Representación Política del Gobierno, Federico Giménez; el secretario Legal, Emiliano Fossato; la legisladora Laura Colazo, y referentes de instituciones vinculadas a la temática energética y ambiental.
El estudio presentado representa un paso clave en el desarrollo de políticas energéticas sostenibles en Tierra del Fuego, y proyecta a la provincia como un territorio pionero en el diseño de soluciones frente a la crisis climática global.