Más de 250 barcos pesqueros de origen chino fueron autorizados a ingresar temporalmente a la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) debido a un fuerte temporal que azota el Atlántico Sur. La medida, tomada por la Prefectura Naval Argentina, se justifica en razones humanitarias contempladas en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Los buques, que operaban en la denominada “milla 201”, pidieron refugio ante la amenaza de vientos de hasta 60 nudos y olas que superan los cinco metros. Ante esta situación, las autoridades nacionales habilitaron el ingreso entre el lunes 19 y el jueves 22 de mayo, pero bajo condiciones estrictas: prohibición total de pesca, uso obligatorio del sistema de localización AIS, y vigilancia constante mediante el Sistema Guardacostas.
A pesar de la legalidad del procedimiento, la situación despertó preocupación entre especialistas y sectores vinculados a la pesca nacional. Temen que el ingreso de estas flotas pueda servir para recopilar información sensible sobre recursos ictícolas estratégicos del país, sobre todo en un contexto donde la pesca ilegal ha sido históricamente una amenaza latente.
No es la primera vez que sucede: en marzo y junio de 2024, situaciones similares llevaron a habilitaciones temporales que también generaron controversias. Desde distintos espacios se insiste en la necesidad de redoblar los controles y mantener una política firme de defensa de los intereses marítimos argentinos.