“Y digo difícil y sinuoso porque nunca es fácil lograr aquello que tanto deseamos, que tanto necesitamos. Luchar por alcanzarlo, sin claudicar; y aguantando con los dientes apretados los ataques de ese pasado que no quiere dejar entrar el futuro es, a menudo, doloroso. Pero cuando se logra el objetivo que une a todo un pueblo detrás de él, todo parece poco frente a lo más valioso: la conquista de la libertad y el derecho a ser de una vez y para siempre, un país y un pueblo soberano”.
“En aquel congreso de Tucumán de 1816 se decidió la libertad, con todo y a pesar de todo. Gracias a esos hombres y mujeres hoy ondea nuestra bandera en lo más profundo de nuestros corazones. La gesta patriótica que comenzó con la Revolución de Mayo de 1810, fue paso a paso sorteando los vaivenes de la época, las idas y venidas que todo cambio acarrea y las a veces crueles discusiones internas que se daban mientras se libraba una guerra contra un enemigo infinitamente más poderoso”.
“Pero lo logramos. Fuimos y somos libres en un camino que nunca termina; un camino que necesita de diálogo y aprender uno del otro; que nos exige a cada uno ser mejores. No debe haber lugar más indicado que nuestra amada Río Grande para recordar aquel 9 de julio. Es aquí donde todos los días los fueguinos asumimos el mandato de aquellos congresales, defender nuestra soberanía en los hechos, llevarla en nuestros corazones y defenderla con cada palabra y hasta el último aliento, generación tras generación. Es aquí, donde nuestros veteranos de guerra son honrados en vida y con hechos. Es aquí donde los fueguinos reafirmamos que nuestras Islas Malvinas son argentinas y forman parte del territorio de nuestra provincia”.
Aquí los presentes la interrumpen con aplausos…
“Es aquí donde sostenemos, una y otra vez, que nuestra independencia no será completa mientras nuestra bandera no flamee en toda la Patria y ‘toda la Patria’ es una frase vacía si en ella olvidamos a las Malvinas”.
“Ha pasado mucho tiempo desde aquel 1816, mucho. Las formas de dominación han cambiado y debemos estar atentos. Cuando se ataca el trabajo y se busca disminuir y hasta extinguir la industria fueguina, la independencia de todo el país retrocede. La libertad se achica y la Nación pierde su espíritu indomable. Qué hubieran hecho los Congresales de Tucumán frente a esto. La respuesta no permite dudas, es una sola: hubiesen luchado. Esto es lo que estamos haciendo todos los fueguinos con su ejemplo en nuestra sangre. Estamos luchando por lo que nos pertenece, por lo que nadie nos regaló y por lo más sagrado: el futuro de nuestros hijos en esta tierra bendita”.
“Sepan que vamos a explicar, a reclamar y a demandar ante quien sea y tengan la certeza que esta gobernadora jamás elegirá el camino más fácil. Esta gobernadora peleará sin descanso y sin condicionamientos. La libertad del pueblo fueguino depende de ponernos de pie unidos en una misma dirección: la de defender –todos- lo nuestro”.
“Independencia es autonomía en las decisiones, independencia, es soberanía cultural, es soberanía sobre nuestros territorios y sobre nuestros recursos naturales. Independencia, para nosotros los fueguinos, es defender nuestro trabajo, es cuidar a nuestros hermanos y es, por sobre todo, reivindicar la Ley de Promoción Industrial como lo que verdaderamente es: un derecho fueguino y no una dádiva del poder central”.
Aquí los presentes la interrumpen nuevamente con aplausos…
“Debemos fortalecer nuestra independencia como país, como provincia, como nación y como pueblo, día tras día. Sepan ustedes que hacerlo no es una opción de algunos, es una obligación de todos; ser libres, es motivo de celebración, es motivo de orgullo, es motivo de responsabilidad. Reconocer aquello que atenta contra nuestra libertad, es motivo de sacrificio, de trabajo y de compromiso; la libertad de un pueblo no se cuestiona, es ella el motor que nos mueve todos los días, que nos da esperanza y que nos da firmeza para luchar por aquello que es de todos y que nadie nunca podrá arrebatarnos”.