El ingeniero Mario Félix Ferreyra encabezó el acto por el 244° Aniversario del nacimiento de José de San Martín. La ceremonia se llevó adelante en el Monumento al Libertador en la intersección de la avenida homónima y Belgrano de Río Grande.
RIO GRANDE.- Este viernes al mediodía se realizó el acto central en homenaje a José de San Martín a 244 años de su nacimiento.
El acto fue impulsado por la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional y participaron todos los abanderados de las instituciones educativas de la Fundación Tecnológica (FUNDATEC) con asiento en Río Grande y que encabeza el ingeniero Mario Ferreyra, Decano de la Tecnológica fueguina y presidente de la mencionada fundación.
Estuvieron engalanando los abanderados y escoltas del Jardín de Infantes ‘Rosarito Vera’; de la Escuela Austral de Enseñanza Bilingüe (EADEB), el Colegio Integral de Educación Río Grande (CIERG); el Instituto Superior del Profesorado Río Grande (ISPRG) y la propia Universidad (FRTDF).
Mario Ferreyra, el único orador
El Decano de la Facultad y Presidente de la FUNDATEC, fue el único orador del acto. Además de destacar la presencia de las autoridades mencionadas, de los padres y alumnos abanderados y escoltas, el ingeniero Mario Ferreyra desarrolló una breve biografía y una genealogía del General San Martín desde su nacimiento.
En primer término agradeció “a quienes han tenido la iniciativa de invitarnos a trabajar para este homenaje por el nacimiento del General San Martín y un saludo muy especial a los alumnos que ya han comenzado su ciclo lectivo desde el Jardín hasta el Secundario y hoy están presentes acá acompañados por sus maestras, profesores y directivos de las escuelas. Muchas gracias por acompañarnos y por la prolijidad con la que se presentaron ante San Martín. Gracias también al equipo de la Universidad Tecnológica Nacional que trabajó muchísimo para rendir este homenaje en el día del nacimiento de San Martín”.
Observó que “es un homenaje que se le rinde en muchos lugares del mundo; hace unos tres años estuvimos en Washington donde este homenaje también, tiene características muy importantes para todas las fuerzas armadas, pero muy especialmente para la comunidad argentina que vive en ese lugar, sus diplomáticos, los agregados militares y muchos chicos que van a estudiar y perfeccionarse en las universidades estadounidenses”.
Instituciones sanmartinianas
El Ingeniero hizo especial hincapié al asegurar que “con el pensamiento de San Martín, tratamos de que nuestros alumnos y nosotros mismos, nos sigamos formando en las virtudes y en el pensamiento de San Martín, en su vida, tan desapegada a cuestiones materiales, muy dedicada a la carrera militar, con una visión política tan democrática y con una perspectiva de tanta libertad y determinación para los pueblos que muchos investigadores -especialmente los investigadores en política- todavía tratan de desentrañar esta característica de San Martín, que siendo un hombre de armas exitoso, triunfante; que se podía sobreponer a una derrota inmediatamente e invitando a sus soldados, suboficiales y oficiales a entrar nuevamente en batalla y triunfar. Que teniendo esas características no se haya adueñado de gobiernos permanentemente, como fue cuando estuvo en Chile, como fue cuando Protector del Perú y cuando tuvo que negociar con Bolívar, a quien le cedió su ejército para que culminara el procedo de liberación de América del Sur, cosa que se dio en la Batalla de Ayacucho y donde el Ejército de los Andes tuvo una actuación relevantísima para vencer el último bastión español y ya, a partir de allí, gritar Independencia en América del Sur”.
“San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en la localidad de Yapeyú sobre el río Uruguay. Era una misión jesuítica de las tantas que había organizado la Compañía de Jesús en todo el litoral argentino y está situada en la provincia de Corrientes”, reseñó.
Añadió que “sus padres fueron Juan de San Martín y Gregoria Matorras, quienes se habían casado por poder y tuvieron cinco hijos, siendo el menor de todos, José Francisco. Su nodriza fue una india guaraní, buenísima persona llamada Rosa Guarú, quien hasta los cuatro años de edad de José Francisco estuvo viviendo en la misión jesuítica, trasladándose a Buenos Aires en 1781, ya que no era el padre de San Martín de una gran economía. Sus ingresos eran muy bajos y su pretensión era que quería ser militar”.
Contó que en Yapeyú, el padre del Libertador “desempeñaba el cargo de Gobernador de Teniente de la misión. En Buenos Aires, la familia se instaló en lo que hoy es la calle Piedras, entre las calles Belgrano y Moreno, en lo que llamaban ‘la gran casona’, pero poco tiempo duró la familia en Buenos Aires, ya que en 1783 debió partir a España por problemas de salud. En 1789, a los 11 años, ingresó como Cadete en el Regimiento de Infantería de Murcia. Esto también nos hace ver que San Martín empezó su carrera militar en el arma de Infantería, luego pasó a la Caballería e iniciaría desde ese momento la carrera militar y política que lo llevaría a ser el Libertador de Argentina, Chile y Perú”.
“Cuando tenía 18 años -continuó Ferreyra-, falleció su padre, quien había nacido en 1728 y al poco tiempo del triunfo de San Lorenzo, también fallece su madre quien había nacido en 1738. Su nodriza, Rosa Guarú, murió centenaria y sobrevivió a la familia y se dice que fue enterrada con una imagen de San Martín niño en su relicario, niño que había criado durante cuatro años”.
“El héroe de San Lorenzo, Maipú y Chacabuco, Gobernador de Chile y Protector del Perú, dejó el Ejército de los Andes en manos de Bolívar para continuar la Guerra de la Independencia a través del espíritu de estos cuadros, de esos equipos guerreros que él había formado. Finalmente, en la Batalla de Chacabuco, se pudo cantar la Independencia sudamericana. Luego de muchas otras vivencias históricas que vivió en Argentina, tanto en Mendoza a su regreso como en Buenos Aires, San Martín se exilió voluntariamente en Europa. Primero en Bélgica y luego en Francia donde falleció el 17 de agosto de 1850”, dijo.
Agregó que “después de estar 11 años en la cripta de la ciudad de Boulogne-Sur-Mer, reconocido como uno de los máximos valores en la vida militar de la historia y también en la vida política de los países, sus restos fueron trasladados a la Argentina en 1880 donde reposan en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires”.
“Dejó muchas frases; a mí la que más me gusta es -y éstas se las dedico a los chicos y a los profesores- es la que San Martín decía: ‘- Después de ganada la libertad, poco importa lo que vayamos a continuar en la vida, porque la libertad es todo’. Sin embargo decía que ganada la libertad resulta ser que las bibliotecas se vuelven más importantes que los ejércitos. Esta frase que acuña la Provincia de Mendoza, la quería mencionar en recuerdo justamente de mendocinos con los cuales he compartido muchas de las historias de San Martín y especialmente los recuerdo a ellos porque varios de los familiares de San Martín están descansando, a través de sus restos, en la Provincia de Mendoza”.
Finalmente añadió: “un recuerdo para ellos y un especial homenaje y recuerdo a nuestro héroe que nos ha dado la posibilidad de llamarnos argentinos y decir que la libertad es lo más importante para un pueblo, que recuerden que la biblioteca es fundamental para garantizarnos esa libertad”.
Autoridades presentes
Representando a la UTN, el ingeniero Ferreyra fue acompañado por el Vicedecano, Ingeniero Francisco Álvarez, el Secretario de Ciencia y tecnología, ingeniero Abraham José; el Secretario de Extensión Universitaria, licenciado Fabio Seleme y el Secretario Administrativo, ingeniero Demian Ferreyra, además de padres de los alumnos, presentes, profesores y maestros.
Asimismo estuvieron presentes el Legislador Provincial Jorge Colazo, el Concejal de la Ciudad Hugo Martínez; la Directora de Relaciones Institucionales del Municipio de Río Grande, Miriam Boyadjián y el Secretario de Enlace del Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, José Díaz, Veteranos de Guerra de Malvinas y representantes gremiales.
Al inicio del acto de cantó el Himno Nacional y las mencionadas autoridades realizaron el depósito de ofrendas florales en homenaje al Libertador e hicieron un minuto de silencio.
Cabe señalar que el evento contó con el apoyo del Municipio de Río Grande y del Gobierno de la Provincia que dispuso al personal del Área Técnica.
Al finalizar el acto, los presentes cantaron la Marcha de las Malvinas.
