Coronavirus: cómo afecta psicológicamente el encierro

La cuarentena obligó a los argentinos a cambiar sus hábitos. Una guía para protegerse y afrontar esta situación

La pandemia por coronavirus y la cuarentena obligatoria ha hecho que nuestros hábitos cambien y con ello una sensación de alarma y preocupación por la incertidumbre. Cómo pasarlo.

Martín Etchevers, profesor a cargo de la materia Clínica Psicológica y Psicoterapias: Emergencia e Interconsultas, dijo: “Lo primero que hay que tener en cuenta es que la cuarentena es un desafío. Los pocos estudios previos sobre psicología y cuarentena plantean que es una elección entre la infección o la alteración psicológica que se pueden agravar en una persona, producto del encierro. Por ende hay que pensarlo como el mal menor si se tiene en cuenta el contexto de pandemia”.

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Miedo: a perder la salud, a las posibles consecuencias de la enfermedad, a la falta de recursos, a la falta de insumos básicos.

Frustración: esta situación puede provocar una sensación de pérdida de libertad, de dificultad en llevar adelante proyectos y actividades personales.

Enojo: suele ocurrir cuando experimentamos la sensación de que está ocurriendo un hecho injusto.

Ambivalencia: es posible sentir alivio por estar en casa pero también emociones como miedo, frustración o enojo.

Desorganización: el hecho de no poder continuar con la propia rutina es un factor que desorganiza nuestra estructura ya que perdemos la sensación de control.

Aburrimiento: el aislamiento provoca que la posibilidad de vincularse para compartir tiempo con otros se reduzca significativamente; con lo cual nuestras actividades de ocio y esparcimiento disminuyen significativamente.

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Tristeza: esta situación puede darse por la ruptura de la cotidianeidad. También puede agravarse con el aislamiento y por tener contacto reiterado con noticias negativas.

Sentimiento de soledad: la falta de vinculación puede provocar una sensación de soledad y agravarse especialmente en aquellas personas que viven solas.

Sensación de encierro: el aislamiento puede hacernos sentir encerrados y agobiados.

Ansiedad: la situación puede provocar sensaciones desagradables en relación a la incertidumbre.

• Mantener los horarios del sueño.

• No sobreexponerse a noticias y consultar solamente fuentes confiables (organismos oficiales, instituciones prestigiosas) y en momentos del día establecidos (por ejemplo, al mediodía o a la tarde, y no tanto al despertar o antes de dormir).

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• Aunque no vaya a salir de su casa, quitarse el pijama o la ropa de dormir para evitar la sensación de discontinuidad y poder organizar los ciclos del día.

• Proponerse aprender algo nuevo a través de tutoriales o cursos online, hay muchos gratuitos y de calidad.

• Hacer una rutina de ejercicios físicos periódica en casa, siempre tomando en cuenta que es una situación especial.